sábado, 10 de septiembre de 2011

Ortega Cano declarando en el juicio de su accidente

Entre fuertes medidas de seguridad y una nube de periodistas y fotógrafos, José Ortega Cano llegó al juzgado de instrucción número 9 de Sevilla para declarar en calidad de imputado por el grave accidente de tráfico ocurrido el pasado 28 de mayo y en el que falleció Carlos Parra, el conductor del vehículo con el que colisión.
La expectación era máxima y es que todos querían ver cómo se encontraba Ortega Cano tras varios meses de recuperación en los que a penas se le ha visto desde que abandonara el Hospital Virgen Macarena de Sevilla. De hecho, a su llegada a la Audiencia de Sevilla, el ex torero se mostró algo débil y necesitó la ayuda de su hijo, José Fernando, y su hermano Paco, para salir del coche, un vehículo de alta gama, y sentarse en la silla de ruedas con la que entró en el juzgado. "Estoy muy nervioso, como cualquier persona a la que que le ocurra algo así", aseguró en unas breves declaraciones a los numerosos periodistas que le esperaban a las puertas del edificio. 
Ortega Cano declaró como imputado por homicidio imprudente y dos delitos contra la seguridad vial y abandonó el juzgado a las 12:05 horas asegurando que estaba muy tranquilo. "He hecho una declaración justa y honrada y ahora que hablen mis abogados", afirmó y volvió a subirse al coche con la ayuda de su hijo, que le acompañó en la parte trasera del vehículo.

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